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Lumbalgia, un mal crónico y global

La lumbalgia ha sido definida como la principal causa de baja laboral en el mundo, según estudios publicados este mismo año en la revista científica Annals of the Rheumatic Diseases.
A dicho informe, realizado en 187 países, se suman los datos de la Sociedad Española de Reumatología, que aseguran que el 80% de la nuestra población sufrirá lumbalgia a lo largo de su vida.
Así pues, estamos ante una dolencia nada desdeñable, no sólo por el coste económico que supone para los gobiernos con cobertura sanitaria y para las empresas, sino, y esto siempre es lo primero, por el sufrimiento que, en muchas ocasiones, se origina en quienes la padecen.
Y, por mi experiencia como quiropráctico, os puedo asegurar que el dolor de espalda llega, en no pocos casos, a paralizar no sólo a las personas, sino, también, y esto es lo dramático, y donde podemos ayudar los especialistas, a detener sus vidas.
Así pues, lo primero que tenemos que hacer cuando nos encontramos frente a un paciente con este mal es detectar el origen. Al margen de malas posturas, provocadas por nuestros respectivos oficios ( agricultores, trabajadores de la construcción, sanitarios, personal de carga…), la lumbalgia puede tener una raíz genética, con lo cual muchas veces nos encontramos ante una lesión heredada y de no tan fácil tratamiento como se piensa a priori.
De otro lado, las causas nerviosas y/ o emocionales de las patologías de la espalda cada día se toman en mayor consideración, habiéndose detectado que el dolor en la zona inferior que va a apareciendo paulatinamente suele estar relacionado con estrés o estados depresivos.
A partir de ahí, nuestra tarea no sólo consiste en parar ese malestar con antiinflamatorios , sino en restablecer la confianza del paciente en que se puede curar. Es cierto que la lumbalgia está diagnosticada en muchos casos como crónica, pero existen soluciones.
Dado que la lesión aparece por una tensión antinatural en la zona lumbar, que es la que se extiende desde el final de las costillas hasta el inicio de los glúteos, la cura pasa porque el cuerpo recupere su estado original. Y eso, desde mi experiencia, se logra con el ajuste quiropráctico.
En cuanto a la prevención, siempre os hablo de un buen descanso – lo que incluye un buen colchón – , posturas correctas al sentarse, vida activa, poco tacón y cuidado con los movimientos bruscos.
Para convenceros , terminaré con un dato: el 80% de los afectados por lumbalgia se ven afectados en su vida sexual. Cuidarse merece la pena , ¿no creéis?
Ata Pouramini para  Nosotras.com
Imágenes : google

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